Mientras el foco internacional está en Gaza e Irán, en Cisjordania se libra una guerra silenciosa: cerca de 943 palestinos, entre ellos 200 niños, han sido víctimas mortales desde octubre de 2023. La ONU ha contabilizado más de 9.000 heridos, en el marco de más de 260 incursiones israelíes en solo el campamento de refugiados de Nur Shams.
Escuelas, hospitales y viviendas han sido destruidas o seriamente dañadas, obligando a miles a vivir en condiciones de hacinamiento. Médicos y ONG alertan sobre una crisis humanitaria que incluye traumas persistentes entre la población.
Expertos independientes consideran las tácticas israelíes una política sistemática de represión. La UNRWA ha pedido que se garanticen las normas internacionales, dado que Cisjordania no ha sido declarada zona de guerra.